jueves, 26 de abril de 2012

Científicos prueban en animales vacuna genética que logró destruir virus del VIH


Usando células madre, científicos de la UCLA crearon linfocitos T específicos para atacar y destruir el virus.
Cecilia Yánez

Desde que el virus del VIH ingresa al organismo comienza a replicarse y a destruir parte de las células del sistema inmune, que son las encargadas de protegernos de todo tipo de infecciones y patógenos.

En el caso del VIH, los principales "soldados" del sistema de defensa son los linfocitos T, que controlan la multiplicación del virus. ¿El problema? El sida se propaga a gran velocidad y potencia y termina ganando la batalla contra el sistema inmune, dejando a las personas con bajas defensas.

Científicos de la U. de California, en Los Angeles (UCLA), hace años buscan una técnica que permita al sistema inmune luchar exitosamente contra el VIH y parecen haber encontrado la fórmula: linfocitos T más potentes creados en laboratorio con células madre. En 2009 demostraron en laboratorio que eran capaces de destruir al virus del VIH, pero ahora lograron demostrarlo en ratones infectados con VIH humano. Tras inyectarles una dosis de linfocitos T modificados genéticamente para que atacaran al virus del VIH, los ratones redujeron su carga viral en 95%. Es decir, destruyeron casi la totalidad del virus.

Erradicar el virus

"Creemos que este estudio sienta las bases para el uso potencial de este tipo de enfoque en la lucha contra la infección por VIH en individuos infectados, con la esperanza de erradicar el virus del cuerpo", dijo Scott G. Kitchen, profesor en la Escuela de Medicina David Geffen, en la UCLA.

En términos sencillos, este avance es equivalente a una vacuna genética que fortalece las células del sistema inmune encargadas de identificar y destruir a los virus, y en este caso, lo hace con moléculas"entrenadas" para localizar una proteína específica del VIH. Además, como las células del sistema inmune (linfocitos T) están modificados genéticamente, también están presentes en mayor cantidad.

En teoría, esta técnica podría desarrollarse en forma terapéutica no sólo contra el VIH, sino en otras e infecciones virales como la hepatitis B y C, el virus del herpes (incluyendo el cáncer que causa el virus de Epstein-Barr) y el virus del papiloma. Todos ellos son objetivos potenciales de la técnica y, de hecho, ya se están investigando.

En el estudio anterior se trabajó con muestras de sangre humana infectada con VIH. De ella, se extrajeron células del sistema inmune específicas: los linfocitos T CD8, una especie de soldado que destruye al virus. En ellos identificaron una molécula conocida por guiar a estas células hacia otras infectadas con el virus de VIH. En forma paralela, se extrajeron células madre de sangre humana que fueron "genéticamente modificadas para desarrollarse en el cuerpo como células inmunes (linfocitos T) que puedan atacar y destruir las células infectadas por el VIH", explicó Scott Kitchen a La Tercera. Luego, fueron implantadas en los animales, los que fueron evaluados a la cuarta y sexta semana.

En los experimentos realizados por Kitchen se vio una caída de 20 veces la cantidad inicial del virus, "esto es una reducción del 95% en la cantidad de virus", indicó.

"No hemos identificado ningún ratón capaz de eliminar completamente el virus, pero creemos que el estudio proporcionará un mayor desarrollo de las células que permitirá que hasta el virus más eficaz sea despachado. Además, la combinación de esta estrategia con tratamientos antirretrovirales -cosa que no hicimos en el estudio- puede proporcionar una eliminación viral más completa", agregó Kitchen.

Fortalecer el sistema

Según el experto, una de las ventajas de esta técnica es que las células madre pueden vivir mucho tiempo en el cuerpo, permitiendo la producción continua de estas células inmunes que pueden destruir las células infectadas. "Este enfoque está dirigido a corregir la incapacidad de respuesta inmune natural del cuerpo para eliminar la infección por VIH, porque en este caso, los linfocitos no son suficientes", dijo.

Según Kitchen, una de las debilidades del estudio es la dificultad que tiene el humano de reconstituir su sistema inmune por completo tras la agresión del virus (que sí logran los ratones). Ese es el nuevo foco de estudio. "Creemos que esto es un paso significativo hacia el desarrollo de una terapia que permita a la respuesta inmune controlar o erradicar el virus del cuerpo y comprender por qué la respuesta inmune natural no consigue eliminarlo", dijo.

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