Un antibiótico puede afectar temporalmente el estómago, pero resulta ser que su uso repetido puede tener efectos más largos, alterando esos microorganismos benéficos que viven en el sistema digestivo. Así lo constató un estudio de la Universidad de Stanford publicado en la revista especializada Proceedings of the National Academy of Sciences.
En el estudio, tres adultos saludables colectaron muestras de sus heces durante semanas para que los científicos pudiesen determinar exactamente cómo dos rondas de un antibiótico moderado causaron un sorpresivo cambio poblacional en sus comunidades de microorganismos, con algunas familias de gérmenes desapareciendo y otras aumentando para llenar el vacío.
Se sabe ya que los antibióticos deben ser empleados con cautela, porque pueden hacer que bacterias nocivas desarrollen resistencia a los fármacos. El nuevo estudio crea diferentes interrogantes sobre sus efectos en las bacterias beneficiosas y, si las anormalidades en esos microbios realmente están vinculadas a problemas de salud, cómo comienzan esos cambios.
"Deberíamos prestarle más atención a esto", dijo el doctor Martin Blaser, especialista en microbios en el Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York, quien no estuvo involucrado en el estudio de Relman, pero planea hacer su propia investigación con niños. "Lo que está claro es que el uso de antibióticos no es gratis, en el sentido biológico", sino que deja huella.
En el estudio, tres adultos saludables colectaron muestras de sus heces durante semanas para que los científicos pudiesen determinar exactamente cómo dos rondas de un antibiótico moderado causaron un sorpresivo cambio poblacional en sus comunidades de microorganismos, con algunas familias de gérmenes desapareciendo y otras aumentando para llenar el vacío.
Se sabe ya que los antibióticos deben ser empleados con cautela, porque pueden hacer que bacterias nocivas desarrollen resistencia a los fármacos. El nuevo estudio crea diferentes interrogantes sobre sus efectos en las bacterias beneficiosas y, si las anormalidades en esos microbios realmente están vinculadas a problemas de salud, cómo comienzan esos cambios.
"Deberíamos prestarle más atención a esto", dijo el doctor Martin Blaser, especialista en microbios en el Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York, quien no estuvo involucrado en el estudio de Relman, pero planea hacer su propia investigación con niños. "Lo que está claro es que el uso de antibióticos no es gratis, en el sentido biológico", sino que deja huella.
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