Un estudio recientemente publicado en la revista científica "Future Neurology" reveló una esperanzadora revisión sobre la neurogenesis y su posible utilidad en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas.
Hasta hace 15 o 20 años se creía que una persona nacía con un determinado número de neuronas y a lo largo de la vida las iba perdiendo, sin que aparecieran nuevas.
Actualmente, se sabe que en el cerebro adulto existe un pequeño número de células totipotenciales (células madre) que pueden dar origen a nuevas neuronas o células gliales. Esta capacidad declina (sin desaparecer) con la edad y con el stress.
De acuerdo a recientes investigaciones, esta declinación podría estar en relación con enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer y Parkinson. Existen dos zonas del cerebro donde se encuentran estas células: la zona subventricular de los ventrículos cerebrales y la zona subgranular del hipocampo.
Las nuevas neuronas deben ser capaces de integrarse a los circuitos cerebrales; esta diferenciación puede ser influida por la actividad del individuo y es posible que sean responsables por nuevas habilidades.
Existen factores que pueden favorecer la neurogenesis, como el FGF-2 (una proteína, el factor de crecimiento de fibroblastos). También se favorece con el ejercicio, la restricción en la dieta y un ambiente estimulante. Un implante de células totipotenciales pueden sobrevivir en cualquier lugar en un cerebro de recién nacido; pero en un cerebro adulto sólo se ha visto sobrevida si las implantan en las zonas de neurogenesis.
Otra estrategia ha sido usar células de los mismos pacientes con enfermedad de Alzheimer, un cultivo de fibroblastos cutáneos inducidos a secretar un factor de crecimiento neural, e implantados en la base de su cerebro, con resultados alentadores.
Se ha planteado que el uso de células pluripotenciales de embriones humanos podrían ser útiles en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas, pero existen problemas éticos en su uso. Por eso se ha intentado que células del mismo paciente vuelvan a un estado pluripotencial; pero si la enfermedad tiene un factor genético apreciable esas células tendrían la misma deficiencia del sujeto.
Es necesario saber más sobre los factores que favorecen o limitan la neurogenesis, pero ya se han comenzado a aplicar algunos de estos procedimientos a pacientes con enfermedad de Parkinson. La aplicación en la enfermedad de Alzheimer parece más difícil por su mayor complejidad y la mayor extensión de la patología.
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