
Competir por una mujer resta tres meses de vida, según estudios de Harvard.
El amor duele, eso se sabe. Pero que reste meses de vida, eso es otra cosa. Según las últimas investigaciones de las escuelas de medicina de Harvard y sociología de la U. de Northwestern, los hombres que llegan a la madurez sexual en un contexto en que el número de mujeres supera el de hombres, viven tres meses menos, en promedio, que los que no deben enfrentarse a una competencia tan férrea para encontrar pareja.
Un cuarto de año puede parecer poco, pero como explica el coautor del estudio y profesor de medicina sociológica de Harvard, Nicholas Christakis, "si tomar una aspirina diaria o hacer ejercicio moderado" regala, en promedio, tres meses de vida, pelear por amor, los resta. Los estudios fueron publicados en la revista Demografía y en ellos colaboraron investigadores de las universidades China de Hong Kong, de Wisconsin y de Northwestern.
Primero se examinó la información de un antiguo estudio longitudinal en Wisconsin. El proyecto, a largo plazo, demostraba que los alumnos que en 1957 habían tenido más compañeras en la sala de clases vivieron más que los que tenían más compañeros, 50 años después. Luego, el equipó comparó los datos de salud con los demográficos del último censo de EE.UU. y se llegó a resultados similares.
Como explica Jeremy Freese, profesor de sociología de la U. de Northwestern y coautor del estudio a La Tercera, "hay muchas formas en que competir por una pareja romántica puede ser perjudicial. Por ejemplo, se piensa que lleva a los hombres a tener comportamientos más riesgosos y que también se invierte más energía en conseguir más estatus social".
Sin embargo, la falta de hombres o que haya más mujeres que ellos en una población no tiene el mismo efecto en ambos sexos, dice Freese. "En casi todas las sociedades, el porcentaje de mujeres que se casan es mayor que el de hombres. Esto es porque los hombres son más propensos a tener más de una señora en su vida. Por lo que un desbalance de sexos en la población, los afecta más", explica el experto en demografía.
El amor duele, eso se sabe. Pero que reste meses de vida, eso es otra cosa. Según las últimas investigaciones de las escuelas de medicina de Harvard y sociología de la U. de Northwestern, los hombres que llegan a la madurez sexual en un contexto en que el número de mujeres supera el de hombres, viven tres meses menos, en promedio, que los que no deben enfrentarse a una competencia tan férrea para encontrar pareja.
Un cuarto de año puede parecer poco, pero como explica el coautor del estudio y profesor de medicina sociológica de Harvard, Nicholas Christakis, "si tomar una aspirina diaria o hacer ejercicio moderado" regala, en promedio, tres meses de vida, pelear por amor, los resta. Los estudios fueron publicados en la revista Demografía y en ellos colaboraron investigadores de las universidades China de Hong Kong, de Wisconsin y de Northwestern.
Primero se examinó la información de un antiguo estudio longitudinal en Wisconsin. El proyecto, a largo plazo, demostraba que los alumnos que en 1957 habían tenido más compañeras en la sala de clases vivieron más que los que tenían más compañeros, 50 años después. Luego, el equipó comparó los datos de salud con los demográficos del último censo de EE.UU. y se llegó a resultados similares.
Como explica Jeremy Freese, profesor de sociología de la U. de Northwestern y coautor del estudio a La Tercera, "hay muchas formas en que competir por una pareja romántica puede ser perjudicial. Por ejemplo, se piensa que lleva a los hombres a tener comportamientos más riesgosos y que también se invierte más energía en conseguir más estatus social".
Sin embargo, la falta de hombres o que haya más mujeres que ellos en una población no tiene el mismo efecto en ambos sexos, dice Freese. "En casi todas las sociedades, el porcentaje de mujeres que se casan es mayor que el de hombres. Esto es porque los hombres son más propensos a tener más de una señora en su vida. Por lo que un desbalance de sexos en la población, los afecta más", explica el experto en demografía.
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